Dialogando con el Búfalo

Por Said Betanzos
TIJUANA.- Tiene contactos con los cárteles colombianos. Con frecuencia viajaba a ese país del Caribe para negociar la compra de cocaína y la venta de armas.
Es sanguinario con sus enemigos, sobre todo con quienes lo traicionan, por éso él y su familia son temidos en el Valle de Mexicali, una ciudad que se considera tranquila en tráfco de drogas en México.
Ahí sentaron sus bases para apoyar desde los años 90, primero al cártel de los hermanos Arellano Félix al que pertenecían, luego a Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuando se separó de los hermanos Benjamín y Ramón Arellano.

Se trata de Manuel Garibay Espinoza, hombre de 52 años que se paseaba con toda tranquilidad por la capital de Baja California mientras autoridades lo consideran un peligro máximo.

Nadie le molestaba. Iba y venía con autos de lujo como el pick up con placas de Jalisco con el cual se movía a su antojo gracias al apoyo de policías de todas las corporaciones, a quienes compraba con miles de dólares.

Su arresto fue sencillo, lo delataron, como él lo hizo ante la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos). La reciente detención de policías que pretendían vender droga al por mayor son la clave de su captura, revelan las primeras investigaciones.

SERVIA A LOS DOS COMPADRES

La Secretaría de Seguridad Pública de Baja California infomaron que agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) lo detuvieron ayer por la mañana en el ejido Mezquital tras recibir una denuncia de su paradero.

El poderió de el también apodado "El Meño" creció hace poco, gracias a las conexiones criminales que tejió desde hace varias décadas en esta parte Norte del País.

“Era el responsable del tráfico de cocaína de Cali, Colombia, a México para entregarse a la organización criminal dirigida por Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera”, expuso la autoridad en un comunicado.

Era el contacto directo con organizaciones colombianas. Esa tarea criminal la empezó el 18 de marzo de 2009, cuando autoridades de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), detuvieron a Vicente Zambada Niebla, "El Vicentillo" o “Centelín”.

Por cierto, éste joven presuntamente mandó a un grupo de policías municipales a asesinar en el año 2000, a su entonces jefe, el Director de la Policía de Tijuana Alfredo de la Torre Márquez.

En sus primeras declaraciones, indicó la SSPE, Manuel Garibay explicó que como se le “calentó” la plaza en Sinaloa, donde tenía también su centro de operaciones, huyó hacia el Valle de Mexicali, donde se refugiaba.

A principios de esta década, Garibay Espinoza era conocido como un peligroso integrante del crimen en el Valle de Mexicali y presunto responsable de homicidios, secuestros y líder en el trasiego de cocaína hacia Estados Unidos.

Pesan tres órdenes de aprehensión en su contra por homicidio calificado y asociación delictuosa se le giró una orden de aprehensión el 4 de marzo del 2003, la otra también por homicidio con fecha 2 de noviembre de 2004, ambos casos en Mexicali.

Y la tercera por homicidio calificado con fecha del 29 de noviembre de 2004, pero e caso ocurrido en Tijuana.

DELATOR, SECUESTRADOR Y NARCOTRAFICANTE DE ALTURA
En 1995, Manuel Garibay estuvo detenido en el Condado de San Diego, California. Lo acusaron por distribución de cocaína bajo el caso número 951874-J.

Entonces lo sentenciaron a purgar una pena en prisión la juez Judith N. Keep y el fiscal Timoty D. Couhglin, como muchos naroctraficantes decidió apegarse al programa de testigos protegidos.

Con su información autoridades antinarcóticos de Estados Unidos captruraron a Ismael Higuera Guerrero y Gilberto Higuera Guerrero, “El Gilillo”, entonces lugartenientes de los Arellano Félix.

“Los Garibay” eran pieza clave en esa organización, pero una disputa por drogas ese año los orilló a independizarse, entonces se aliaron a la organización sinaloense liderada por Ismael “El Mayo” Zambada.

La banda estuvo integrada por alrededor de 28 integrantes, al menos 10 de sus pincipales lugartenientes están detenidos en México, otros capturados en el vecino país.

Su principal actividad a finales de los años 90 era traficar mariguana y cocaína de Mexicali a los Estados Unidos, también vía Tijuana para los Arellano.

Cuando detuvieron a "El Gilillo" luego de que lo delató, empézaron a dedicarse a la industria del secuestro en Mexicali, donde privaron de la libertad a muchos empresarios locales, pero luego alternaron esa actividad con el trasiego de droga para "El Mayo".

Y a los pocos meses de que El Chapo se fugó del penal Puente Grande del estado de Jalisco, comenzaron a dedicarse al tráfico de nuevo de droga, sumandose además las ejecuciones con grupos antagónicos, siendo una de sus características el carbonizar los cuerpos de las víctimas.

Manuel Garibay también mandó asesinar a jefes de policía, agentes y rivales, esto sin contabilizar ejecuciones en Sinaloa y otros estados como Sonora.