Dialogando con el Búfalo

TIJUANA.- “Yo creo que en política no hay casualidad y ahí la dejo”, respondió el alcalde Jorge Ramos cuando un reportero preguntó si tenía interés políticos la recomendación de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y las quejas de ex policías en contra del secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Julián Leyzaola Pérez, por la presunta práctica de tortura.

“Esos asuntos queremos ventilarlos en los tribunales”, aclaró cuando se le cuestionó si aceptarían o no la recomendación de la PDH que según los tiempos venció el plazo este jueves, aunque como no es de cárácter obligatorio, legalmente puede irse a otras instancias sin que haya una respuesta.

La agenda del gobierno municipal, dijo, no se va a distraer porque entonces los encargados de la Seguridad Pública en la ciudad, estarán más preocupados de los medios de comunicación que de los delincuentes.

El Teniente Coronel Julián Leyzaola y el director de la Policía Municipal, Gustavo Huerta, contarán con el respaldo del XIX Ayuntamiento, destacó.

La recomendación 6/10 de la PDH se emitió la semana pasada, además de hacerse señalamientos de presuntos actos de tortura cometidos por el Secretario y el Director de Policía, el ombudsman bajacaliforniano solicitó iniciar un proceso de remoción al Teniente Coronel.

Además hizo la recomendación extensiva al procurador del Estado, Rommel Moreno Manjarrez de iniciar una averiguación previa por la comisión de delitos.

El fiscal estatal aclaró que hasta el miércoles no había recibido una denuncia formal de la PDH o de los ex agentes, además aclaró que no sólo basta denunciar sino documentar y comprobarlo.

Un caso de ésos podría tardar hasta 8 años en integrarse la averiguación para conocerse qué pasó, expuso.

“Yo creo que el primer paso es que le demos posibilidad a él (Leyzaola Pérez) de aclarar, no me quiero anticipar a nada”, sostuvo Carlos Bustamante Anchondo al ser cuestionado sobre la recomdenación la recomendación de la PDH y las acusaciones de ex policías municipales que recién recobraron su libertad tras un año y medio en una prisión de Tepic, Nayarit.