Dialogando con el Búfalo

TIJUANA (EL UNIVERSAL).- Quince minutos se prolongó la golpiza que 20 agentes migratorios de Estados Unidos propinaron al mexicano Anastasio Hernández Rojas hasta causarle muerte cerebral.
A pesar de no ofrecer resistencia, lo siguieron golpeándolo, informó personal del Consulado de México en San Diego.
El director del Comité de Amigos Americanos, Christian Ramírez explicó que dicho Consulado designó a la defensa legal para representar a la familia del mexicano ante las autoridades norteamericanas.
En conferencia de prensa en las instalaciones diplomática en San Diego, el abogado Eugene Iredale anunció que pedirá a las autoridades estadounidenses indagar si existe un video para esclarecer detalles.
No es posible que una garita tan transitada como San Ysidro, que a diario registra el paso de miles de personas no tenga un sistema de vigilancia de cámaras, expuso.
Guadalupe Valencia, integrante del equipo jurídico, adelantó que se enfocarán a despejar varias interrogantes relacionadas con el homicidio de Anastasio.
Conocer por qué era deportado sin otras personas, como generalmente se acostumbra, y cómo es que 20 agentes tuvieron que participar para someterlo, además por qué se le dieron al menos cinco descargas eléctricas.
Iredale explicó que además se cuestionará por qué alejaron a Anastasio diez metros del área donde inició el incidente.
Solicitó de nuevo a quienes son testigos de la agresión a que presenten su testimonio, pues advirtió no es posible basarse sólo en las pruebas que presentó, hasta este momento, el estudiante Humberto Navarrete Mendoza, quien grabó los hechos en su teléfono celular.
Christian Ramírez reconoció que las autoridades mexicanas han actuado de forma adecuada, pero todavía quedan pendientes de esclarecer, entre otros detalles, la versión de agentes del Instituto Nacional de Migración.
Lo que se tiene claro es que fue una golpiza brutal que concluyó en homicidio, tema que debe ser atendido en las cortes estadounidenses, dijo.
Christian Ramírez mencionó que además se ha demostrado algunas contradicciones en que incurrieron autoridades estadounidenses, como el número agentes que participaron en la agresión, y el hecho de que se había advertido que tenía antecedentes de arresto, cuando no se ha encontrado nada al respecto.
Por su parte, los abogados de la familia de Hernández Rojas confirmaron que en principio puede presentarse una queja administrativa, que podría seguir con una demanda civil o penal.
La agresión contra Anastasio Hernández Rojas ocurrió la noche del viernes 28 de mayo, pero murió el lunes 31 de mayo en un hospital de San Diego.